Para entender de lo que hablo hay que des contextualizar esa balada tanto como han intentado hacerlo, siempre con el afán de lograr una letra universal que nos represente a todos y a ninguno.
La letra por si sola nos lleva a lugares tan comunes que hasta Forest Gump nos los recuerda (
me permito un paréntesis, no creo haber visto una película que baje tanta línea como FG en donde el retrasado que se mantiene dentro del sistema del American Dream logra todo y la mina inteligente que se desvía del rumbo y se rebela muere de sida habiendo sido previamente abusada por todos, hasta por el padre).
Creo en que cada tanto hace falta que nos digan que hay que creer en la paz mundial, pero se nos va al tacho el argumento en el momento en que nos damos cuenta que quien nos lo pedía era un tipo con el ego del tamaño de Minnesota. En resumen, la letra nos lleva a un gran callejón sin salida donde todos nos amontonamos. Tan verosímil como su aplicación práctica.
Sin embargo, hay que reconocer que la letra de este tema le dio un impulso a la industria de posters y a los espejos con poesía grabada, ambas en crisis hasta que al que se le ocurrió poner pasas de uva en los cereales se le ocurrió otra idea genial. También gracias a esa letra miles de hippies justificaron su hacinamiento, mugre y vagancia. Lo peor de todo son, volviendo al punto anterior, las millones de pulseras con grabados de retazos de la letra de imagine.
Por último, en un mundo en el que se exacerba la individualidad y se busca mantener la identidad de cada persona por sobre todas las cosas, las letras del socialismo utópico, por más que intenten, están ahogadas en montañas de ipads y smartphones.
Ahora hagamos un pequeño parate en la música, pequeño porque no hay mucho que opinar sobre un pianito que nunca debió haber dejado su lugar en un café de shopping marginal, unos acordes a los que nadie le envidia nada, tan empalagosos como una sobredosis de Dulce de Leche. Estaba pensando en algún músico de pianito de iglesia pero gracias a Dios no se me ocurrió ninguno.
No obstante, como a todo genio, hay que reconocer una mancha no hace al tigre y por obra de la inspiración de Mr Lennon se le ocurrieron temas que no por casualidad revolucionaron la forma en que entendemos la música hoy. A pesar de Yoko (no podemos escribir nada de John sin pasar un rato a putear a la mala de Yoko), cosas como Cold Tukey, Mind Games, Instant Karma, Starting Over o la sutil puteada de Howard do you Sleep nos hacen seguir idolatrando a este inglés.
Yo creo que a cada uno le llega su momento y algunos tienen la gracia de poder pasar a estado de mito, ese que se llega luego de haber dado todo y pateado el tablero para luego desaparecer dejándonos la posibilidad de reeditar con nuestros recuerdos y quedarnos con lo que nos hace bien, a pesar de Imagine.
@_ingenieri
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