La escena musical de los noventas nos golpeó desde su inicio con un mazazo contundente y depresivo a la vez.. Fue bautizado como grunge, el género que irrumpió en la escena rockera como el heredero natural del punk y el contrapunto del festivo Glam Rock. Desprolijo, descuidado y, por sobre todas las cosas, sónico. Justo de Seattle, la ciudad que en esa época contaba con un equipo de la NBA con ese nombre. No podía ser casualidad. Los jóvenes queríamos dejar de festejar y quejarnos, contestar que nada está bien (menos ser adolescente) y que no queríamos rockanrolear toda la noche. Al menos no con spray en el pelo y calzas de spandex marcabulto.
Y de ese desfile de bandas que comenzaron a presentarse en sucuchos con estridencias y moshpits, cuatro sobresalieron del resto: Alice in Chains, Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden. Y las detallo en ese orden estrictamente alfabético, para dejar en claro que no hay un orden predefinido.
Jjustamente este post tiene la intención de mencionar las bondades de cada una y abrir el juego para generar polémica y por qué no acuerdos. Con tantos años de trayectoria, cada cual puede tener su opinión al respecto y no está mal. Obviamente mi opinión es la que vale.
Quién es #ElCapoDelGrunge y por qué? Pusimos una encuesta en la página y para variar va a ganar Nirvana...
Soundgarden es la más técnica de las 4 en la calidad y virtuosismo de cada uno de sus miembros. Su batero hace cosas inexplicables desde la rítmica, y el resto de la banda se florean llenando los recovecos. La voz de Cornell te taladra el marulo y justo cuando crees que no va a llegar a ese agudo, no solamente lo alcanza sino que se pasa tres paradas. Tienen un costado psicodélico que las distingue del resto. De sus primeros discos totalmente crudos, Badmotorfinger me parece su mejor obra llegando a la exquisitez auditiva que nos regalaron con Down on the Upside. Después de la reunión no fueron los mismos, pero nos alcanzó hasta que Chris dijo basta.
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Pearl Jam apela a tu fibra íntima, al vivo emotivo. Sus discos son compactos (11 discos de estudio!), parejos y siempre tienen algún tema raro, pero el resto es impecable.
Los haters gonna hate van a decir que son aburridos o que no hacen Grunge. Yo los desafío a que escuchen una playlist de sus lentos cuando extrañen a su pareja, una madrugada a 3 de la mañana. O que prueben no querer anudarse una camisa leñadora a la cintura y tirarse de un escenario al escuchar los temas icónicos de Ten y Vs. A nivel comercial lograron un producto mucho más vendible y por ende tal vez alejado de la estética Grunge, a partir del tercer disco Vitalogy, que fue promocionado como un antes y un después de la música rock. Y tenía una muy linda edición con cajita de cartón.
Alice in chains tuvo los huevos suficientes para volver al ruedo después de la muerte de su frontman Layne Staley por sobredosis. En eso hay que darle la derecha a su guitarrista y genio creativo Jerry Cantrell por refundar la franquicia y, en un solo disco de transición, pasar a montar de nuevo el show. De un costado bien oscuro en sus inicios, escucharlos era casi como tratar de salir de una bolsa de nylon, cuyo punto más álgido se dió en Dirt. En la reunión,. se fueron "haciendo buenos", como lo piden los tiempos que corren, menos controversia, sustancias, menos grunge y más rock. Eso si, nunca dejaron los riffs distorsionados y las armonías vocales disonantes, haciendo de Alice una señora banda.
Nirvana Existen muchas razones, para mí, del porqué Nirvana es la mejor de su generación. Y si bien no soy partidario de hacer competir artistas, esto nos sirve como ejercicio para la escritura y para revisitar ese viejo amor por mi primera banda favorita.
Comenzamos:
Kurt Cobain no era el mejor instrumentista, comparado con sus competidores, sin embargo lo que creaba tenía su sello personal y eso es más relevante a la hora de componer. La habilidad de relatar historias sombrías desde el sarcasmo y el humor negro, (I miss the comfort in being sad -Extracto de Frances Farmer Will Have Her Revenge on Seattle) o de ponerse en los zapatos de un ser aterrador como lo es un violador (Polly), tomar una historia como “El Perfume” para componer una canción frenética que por nada del mundo te evoca esa Francia de la que habla el libro. Son habilidades que, generalmente, un artista posee una u otra, pero Cobain fue un privilegiado que supo crear sin miedo al escrutinio, porque primero que todo, escribió para sí mismo, por eso nos identificó tanto y por eso suena tan fresco como el primer día que apareció su música.
“Al que le quepa el sayo que se lo ponga”
¿Qué es una etiqueta musical? En el insondable mar de los géneros y sub-géneros musicales, a veces son una mezcla de un sonido distintivo, un momento y un lugar particular, una escena, una expresión cultural local con potencial global. La escena de Seattle engulló al mundo y el lugar, acompañado de una estética particular que funcionó muy bien como antagonismo de un glam rock saturado, primaron a la hora de la selección de las bandas representativas del grunge por sobre un sonido distintivo que las uniera. Los grandes del thrash tienen sus particularidades, pero es mucho más fácil definir el sonido característico del thrash que, digamos, el del grunge. En esa línea, el imaginario acústico parece reconocer en Nirvana y en Alice in Chains el sonido característico del grunge, mientras que Soundgarden y Pearl Jam, en su eclecticismo, exceden al género para acercarse al rock alternativo más de lo que la pertenencia a una etiqueta parecería permitir: The Smashing Pumpkins suena más grunge más seguido que Pearl Jam. Pero bueno, el lugar y el momento los pusieron donde están, y tal vez esto deje la ya repetida hasta el hartazgo moraleja de que las etiquetas no tienen sentido. Yo, polemizando en el aire, diré que Pearl Jam no es, estrictamente, grunge. Por lo menos así… lo veo yo.
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