Hola otra vez yo. Al menos no soy sopa, se acuerdan que de chiquitos no nos gustaba tomar la sopa?. Y qué si fuera sopa, seguramente ahora les gustaría y se compran todas esas sopas en polvo con pedacitos crocantes de pan. No está tan mal.
En esta oportunidad, a lo que los optimistas llaman “otra oportunidad, porfis” me voy a adentrar en el mundo de los templos de la música. Esos lugares cuasi mágicos, destilando mística y recibiendo hordas de fanáticos coreantes de riffs y desbordantes de sentimiento; que no pueden parar.
Vino a mi mente escribir sobre esto al conversar y mongomentionar a unos compañeros twitteros sobre cómo se extraña un lugar como Obras en la escena musical.
Vale decir que la perspectiva del audio cambia, uno se pone exigente con la calidad del sonido más que nada y la ubicación del estadio. Supongo que más adelante también me molestará que la butaca no sea lo suficientemente mullida o tener que usar largavista para poder ver algo. Por ahora no es el caso. Algunos tenemos destino de los viejos de los Muppets.
Voy a arrancar la reseña de lugares desde los tempranos 90s, cuando empezaba a ir a recitales y el menemismo del 1 a 1 posibilitaba que vinieran diez mil bandas por minuto.
Obras
El estado anteriormente conocido como Obras, me niego a llamarle Estadio Pepsi Music, porque me gusta más la Coca y porque al cambiarle de nombre lo cerraron a la música.
Es un lugar con el tamaño exacto para un estadio. La acústica es perfecta y se ve bien de todos lados. En mis épocas pudientes y jóvenes era impensado ir a otro lado que no sea campo, a matarme en el mosh pit.
Los más audaces gustaban de pagar la entrada más barata y arrojarse de los balconcitos hacia abajo, rogando no quebrarse las piernas y no ser capturados por los security en su caída descendente.
Un lugar acostumbrado a recibir a cuanta banda tuviese ganas de venir. La salida era prolija, ordenada y con la Avenida Libertador poblada de puestitos de hamburguesas y rehidratación. La fija era volver caminando hasta Belgrano, porque una vez que llegaste a Avenida Cabildo, qué sentido tiene tomar un bondi si la adrenalina manda.
Voy a mencionar recitales épicos como el de RHCP (93, mi primer recital en vivo
http://www.youtube.com/watch?v=_6Z_lqnl4GU ), Living Colour (93,01,04), Beastie Boys (95) con una batalla campal de gallos tremenda, Bio Hazard (96) . Y muchos otros que me perdí por no darles bola o por no tenerlos en el radar para ese entonces, por ejemplo Suicidal Tendencies (94), Slipknot (05), Pantera (93), Skid Row (92) o Ramones (una de las seis mil veces que vinieron) si los fuiste a ver te odio.
http://www.youtube.com/watch?v=_6Z_lqnl4GU ), Living Colour (93,01,04), Beastie Boys (95) con una batalla campal de gallos tremenda, Bio Hazard (96) . Y muchos otros que me perdí por no darles bola o por no tenerlos en el radar para ese entonces, por ejemplo Suicidal Tendencies (94), Slipknot (05), Pantera (93), Skid Row (92) o Ramones (una de las seis mil veces que vinieron) si los fuiste a ver te odio.
Del quehacer nacional, tuve chances de ver a Divididos en Obras en el (92, me acuerdo que fue el primero que hicieron y ENTRARON A CABALLO, Gil Solá todavía en la bata con las chapas al viento), también albergó a bandas como Sumo (86 y algún otro más seguro, a ese no fui) y Soda Stéreo también en el 86, casualidad o causalidad?
Ya no queda en Argentina un lugar como Obras, lo siento chicos.
La Trastienda
Un espacio más cómodo, el americano promedio lo definiría como “cozy”. Con buena capacidad interior y mesitas para los bacanes, sus paredes enladrilladas no tienen nada que envidiar a algunas venues europeas (a las que nunca he ido, pero siempre se ven lugares chicos con paredes de ladrillos en los videos que miro mientras imagino que tengo tiempo y plata para viajar y ver bandas)
Las bandas que vienen a La Trastienda no son demasiado de mi agrado o conocimiento.
Puedo rescatar a Living Colour (2009, recuerdo que hicieron dos recitales, uno atrás de otro estos animalitos https://www.youtube.com/watch?v=rouG8JBKwXc ), Vernon Reid solista (2000), Divididos y Catupecu como exponentes nacionales que siempre suenan bien ahí (de en ese lugar no de “bien ahí” que nunca voy a entender esa muletilla pedorra).
Me comentan por cucaracha el ingenieri, que a La Trastienda vino el cantante de Pavement, a las claras, viene el que tiene ganas de venir. Y es muy probable que sea un recital de “entendidos”. Ojo Divididos suena muy bien cada vez que tocan ahí
Ubicado en el coqueto barrio de San Telmo, ni se te ocurra volver caminando si el recital termina tarde. Podes terminar ejerciendo comercio sexual a la fuerza en un conventillo propiedad de un ucraniano.
El Malvinas Argentinas
Es el estadio auxiliar multi-propósito de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. Ubicado en el triángulo de las bermudas de La Paternal. Una vez me pasé en el bondi y el tachero no me quería llevar porque a los que lleva ahí adentro los roban.
Recuerdo una épica caminata para llegar al recital de Anthrax (12) con una compañía inmejorable y un miedo también comparable al disfrute. Una vez que aprendés a llegar y a irte tampoco te dan ganas de ir. Cómo será de jodido que no hay ni foto desde afuera.
Y lo peor de este lugar es el sonido. Suena muy, pero muy feo. Probé en campo y en platea un poco más cara, y una vez en la más barata, con un griterío constante de fanáticas de Avenge Sevenfold y encima tenía fiebre.
Además de Anthrax vi allí a AX7 (11), a Faith No More (12) ( https://www.youtube.com/watch?v=RO8rzHVT6S8 fijate que cacoso que suena), a Primus (12). Todas buenas bandas que podían haber sonado mejor en cualquier otro lado.
La disyuntiva con el Malvinas es “voy o me pierdo la banda”. Lo dejo a su criterio...
Terminá aquí, en este sencillo corte, la primera entrega pero vamos por más!
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