MÖTLEY CRÜE: TENOCHTITLAN GOODBYE BLUES podría ser el título del CD pirata imaginariamente comprado un Domingo de lluvia en Parque Rivadavia, LIVE ARENA MEXICO 10-9-2015 “The Final Tour”.
En la historia rock hace 34 años salía “Too Fast For Love”, que ya desde su tapa dejaba mal parado al “Sticky Fingers” de los Stones en la granja de Woodstock. Un misil de rock que inundó el Sunset Strip de fluidos negros y marginalidad.
En mi propia historia hace 26 años compré compulsivamente en la Galería Devoto el cassette nacional de “Dr. Feelgood” y conocí a Mötley (La familia le dice Mötley, simple. Nada de venir con “los Crüe”, eso es de nuevo rico). Cuando hablo de “cassette” lector joven me refiero a un pequeño rectángulo plástico que contiene una cinta por la cual la música se escuchaba de manera digital en un dispositivo enorme llamado “passacassette”.Y cuando hablo de “edición nacional” me refiero al mínimo librito con la tapa, sin letras, siendo el equivalente actual de una fotocopia color de una cara.
Así y todo los subí a mi vuelo del rock y del metal sentándolos al lado de KISS.
21 años pasaron desde la etapa “Corabi” con cambio de cantante. Una mañana en la que el grunge o mejor dicho “Nevermind” hizo que el metal se asustara y buscase un sonido mirando a Seattle. Grave error.
Más acá solo pasaron 7 años del histórico show en Ciudad, para el Pepsi 2008, el primer show en Argentina. Una tormenta zarpada y bajo ese huracán vivimos una de las mejores entregas de una banda en vivo. Ritual de miles de camperas de cuero, chicas hermosas y la mejor banda de sonido que uno podía tener.
A la vuelta de la esquina hace 4 años tuvimos el Crüe Fest en el Malvinas con Buckcherry. Ese día pensé “este es el último”. Entre como periodista con nombre falso para llevarme de regalo otra excelente reseña de una noche plagada de sonidos hechos para viajar en una Harley por el cosmos.
Hoy pasaron cuatro días y sigo tirando números de aritmética rock. Mötley llegó al DF en una milagrosa fecha al sur del Bravo que solo incluye otra parada en Monterrey. “The Final Tour” increíblemente no toca Buenos Aires y me encuentra lejos de mi tierra. El Arena México es un moderno y superchingón lugar dónde 15.000 rockeros/as vinimos a decirles adiós, gracias por ser.
“GIRLS, GIRLS, GIRLS” y el campo que salta pero no se toca, todo muy “fair play”, llegabas adelante pidiendo permiso. Estar a 5 metros del escenario en Argentina tiene otro costo, la marea humana te lleva, el suelo se aleja y tu remera tendrá un perfume particular por varios lavados. Pero acá es distinto, como miles de cosas y momentos. El rock y el metal a todos nos unen, pero cada etnia tiene sus historias.
“WILD SIDE” y se pone todo muy lindo, como un diáfano día de California o de Villa Gesell, en los médanos. Un escenario que parece el cielo, puro metal con púas gigantes y la cruz de Satan (seitan) prendida fuego en el fondo. Una montaña rusa de cromo que sale de la bata de Tommy y fluye por los aires hasta la consola de sonido del campo medio. Luces sincopadas, fogonazos que dan calorcito. Ya estamos sueltos, saltando, cabeceando y con una sonrisa total.
Vale aclarar que el sonido fue muy bueno, ajustado y preciso. Ellos tocan el mismo set digitado tema por tema todo el fucking tour. No se discute. Nada está librado al azar y de todas maneras se suenan todo. La Strato de Mick llena el lugar y se ve como un tótem del rock a punto de partir al más allá con cada riff.
“PRIMAL SCREAM” y el coro power casi sampleado seguida de “SAME OL’ SITUATION (SOS)” que hace que Poison, Quiet Riot, Ratt y Twisted Sister parezcan personajes de animé.
Hay temas que uno espera en un show, canciones que definieron momentos y merecen aparecer en vivo. En mi caso fue“DON´T GO AWAY MAD (JUST GO AWAY)” esa es para mí, con mi propio videoclip mental en Super 8. Cada rolla tiene su ambientación lumínica, sus llamas, sus poses, es Mötley 100x100. DALE GUACHO!
Todo muy estroboscópicamente genial y salen con “SMOCKING ON THE BOYS ROOM” para que el torrente nos lleve a“LOOKS THAT KILL”. A esta altura todo es difícil de describir y narrar porque no hay respiro y sentís que es la última vez de cada canción.
El bajo de Nikki escupe fuego y me pregunto qué hago acá en México tan lejos de casa, viviendo una vida de aventuras y misterios. LA RESPUESTA ES QUE VENGO A VER EL ÚLTIMO SHOW DE MÖTLEY DE MI VIDA.
“MOTHERFUCKER OF THE YEAR” y “ANARCHY IN THE UK” pasan como gotas de agua distorsionada y todo se pone negro. “IN THE BEGINNING…” we “SHOUT AT THE DEVIL” y es todo emoción, una adolescencia de acordes que te cruzan el alma.
El “CRÜECIFLY” empieza y el ascenso de Tommy por el rollercoaster. Como si fuera poco mientras viaja da vueltas carnero en la bata ovni arriba de mi cabeza. El bobo a mil y el “Dale Tomeeeee” que delata un argento en el campo, quién subscribe. La Strato destrozada de Mick nos da un solo flashero para volver con “SAINTS OF LOS ANGELES” y “LIVE WIRE” himno old school del hard rock.
“TNT (TERROR ´N TINSELTOWN)”, “DR FEELGOOD” y “KICKSTART MY HEART”. Rock and roll show a full, luces, llamaradas, pirotecnia y plataformas que salen como brazos de una araña gigante del metal trayéndome a Nikki otra vez por los aires. Mil guiños a KISS y la complicidad por lo visual, amor en estado puro. Mil millones de papelitos y explosiones para cerrar la faena.
Para el gran finale un piano blanco en una estructura que se eleva sobre la gente para ver a la banda más íntima estallar con “HOME SWEET HOME” mientras las lágrimas se le escapan a una chica rockera cerca mío.
Les quedan 42 shows en 3 meses, Europa (Mónaco incuido), Abu Dhabi y back to the US para cerrar con 3 noches seguidas en el Staples Center de los Lakers. En Los Ángeles, donde todo comenzó y donde todo terminará.
Adiós amigos.
@sebslafon
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