Recién llego del reci, me pegué una ducha, estoy como anestesiado, mental y físicamente. Pero igual quiero escribir la crónica porque quiero transmitir todas las vivencias de un recitalazo, a minutos de haberlo presenciado.
No recordaba que habían venido en 2008 al mismo recital que Nine Inch Nails pero en días distintos. Weiland aún estába vivo y tuve que elegir por Reznor.
Hoy 15 años después, fueron una pared de sonido, apoyándose en las bases mágicas de Roberto De Leo, su hermano Dean metiendo firuteles y el batero firme como rulo de estatua. El vocalista nuevo, Jeff Gutts, que fue seleccionado en un reality show, tiene unos zapatos muy grandes para llenar, pero lo hace muy bien. Domina el escenario, tiene magnetismo y muy buena voz. Aprobado. Fue su cumpleaños y la monada se encargó de cantárselo una y otra vez. Con él me pasó lo mismo que con el vocalista nuevo de Alice in Chains, nunca van a llegar a reemplazar en la memoria al original, pero nos dan años de la banda y eso es super valorable.
Qué lindo lugar para ver shows es Vorterix, chico, sonoro, acústico, íntimo, en 2 minutos estás al lado del escenario se te sabes mover. Podes tomar algo antes de entrar porque está lleno de Supers, y te quedas a la vuelta de la entrada, entras cuando queres, y hay lugar.
Me sentí como de 20 años de nuevo, saltando en el pogo desde el minuto cero, aguantando los trapos y cantando todos los hits, metieron un hit tras otro de sus discos más conocidos: Core (Plush, Crackerman, Dead and bloated, Wicked garden, Sex Type thing, Sin, Piece of Pie), Tiny Music (Big bang baby) y Purple (Interstate love song, Tripping in a hole in a paper heart, Vasoline). También mecharon un tema del último disco (Meadow) y Down de N° 4 .
Como siempre, el mejor público del mundo no defraudó, coreó los riffs, metió una intensidad máxima en los hits y acompañó a una banda que seguramente nos vuelva a visitar.
Al final casi agarro un stick del batero, llegué a la final con uno y lo luché hasta el piso, pero se lo aferró y supe cuando dejar de insistir. Hubiese sido un trofeo de guerra, será en otra ocasión. Y en un momento uno nos avisó que había un punga entre los pogueadores que iba y venía llevándose celulares, lindo nene, por suerte me pasó lejos.
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